Los mayores desafíos que enfrenta la juventud de nuestra era se relacionan ―directa o indirectamente― con su identidad. En esta lección, el pastor Sebastián Gimenez nos enseña cómo responder a las preguntas claves que tiene la generación Z acerca de la vida: quiénes son, a qué pertenecen y cuál es su papel en el mundo.

Puntos de acción

¡Pon en práctica lo aprendido junto a tu comunidad y eleva tu ministerio! Aquí te dejamos algunas preguntas desde las que puedes partir para reflexionar sobre el tema en reuniones de liderazgo, escuelas bíblicas o grupos pequeños.

Para discutir entre líderes: Mientras la sociedad despliega ante las nuevas generaciones un amplio abanico de opciones en cuanto a qué o quién ser, el regalo de Dios para los adolescentes de hoy es una identidad certera en Cristo Jesús.

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  ¿Están exponiendo con claridad la diferencia entre la identidad de “hijo de Dios” como la voluntad del Padre para quienes creen en Jesús, y la identidad de “hijo de Dios” como una ideología religiosa más de carácter humano?
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  La Generación Z es una generación que no se deja llevar por las apariencias. Ellos no creerán en quienes aleguen “profesar la verdad” sin antes comprobar esa verdad. En este sentido, ¿cuentan con la preparación doctrinal y la apertura suficiente para debatir, argumentar y reforzar la identidad de hijos de Dios en los jóvenes de hoy?
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  ¿La forma que tienen de presentar a Jesús se parece más a un estándar social inalcanzable o a un paso a paso en el camino de la gracia?

Para discutir en los grupos: En conversación con los grupos juveniles de tu congregación, pregúntales acerca de los desafíos y/o barreras que le impiden acercarse a Dios con un corazón sincero y cultivar una relación íntima con Él. Indaga sobre la concepción que tienen del amor de Dios: ¿creen que es meritorio o una dádiva irrenunciable?, ¿lo ven como una cualidad que se manifiesta en lo público o solo en lo íntimo?  

Asegúrate de brindarles un espacio seguro, confidencial y libre de prejuicios que los anime a responder con total honestidad.